Baena, las leonas, esculturas zoomorfas de la cultura ibérica.
De esta maravillosa población cordobesa, me han sorprendido muchas cosas. Detalles esculpidos en sus muros, sus paredes blancas, y el primer sol de junio jugar a las luces y sombras entre sus callejuelas.
Admito que poco se aun de esta espectacular tierra, y me adentro con disfrutando de ese desconocimiento y con la esperanza que una vez más me sorprenda, y admito también que siempre lo hace.
La siento desconocida, humilde y aún por descubrir, aunque el calor acecha y avisa que el verano será intenso, mi objetivo es entenderla. Por la entrada Oeste me encuentro una espectacular columna coronada con esa imagen, nada previsible y obvio ni cristiana ni árabe, que he de decir ya mi espero. Esa forma casi antropomórfica porque aunque con figura de animal, la pose, el porte es tan desafiante como solo el ser humano es capaz de ser.
En la campiña fértil cordobesa se han encontrado este tipo de esculturas y una de las teoría es que simbolizaban territorialidad para los íberos. Pero de esta cultura se desconoce aún muchas cosas, entre ellas su lenguaje, así que difícil profundizar en su pensamiento y forma de vida.
Aunque mirando la expresión de esta escultura entiendes algunas cosas.
En Baena se han encontrado hasta ahora una quincena de leonas datadas entre el siglo VII a. C. y hasta el siglo I, ya en época romana. Seis en el Cerro del Minguillar y tres en el Cerro de los Molinillos. Hay dos figuras originales enteras expuestas en el Museo Arqueológico de Baena, una tercera está en el Museo Arqueológico Nacional y un león se trasladó al Museo Íbero de Jaén, dos citas que tengo ya anotadas.
El material de estas esculturas no es expresamente noble,es de piedra local, la campiña y la zona subbética son áreas de riqueza mineral autóctona. Todas están talladas sobre piedra caliza local, blanca y muy blanda;si se moja se talla más fácil con una navaja, como si fuera madera.
La teoría arqueológica admite que la simbología tiene también orígenes funerarios, una tradición para nobles o personas influyentes, hacia que estas se ubicaran sobre un pilar-estela, y con su posición ejercían una función apotropaica; es decir, de protección del alma del difunto de los malos espíritus.
Lo sorprendente es que la península no habían leones en esa época, así que tan solo el comercio humano de fenicios y griegos pudieron acercar esa idea de representación de ferocidad y fuerza al pueblo íbero.
El miedo y la muerte son desde tiempos inmemorables el bien / mal inaceptado de la humanidad.
Ficha editorial relato anónimo 6/6/21 14:51